Una alternativa a la vuelta de la esquina
Quizá nunca has oído hablar de los Grupos
de Consumo. O tal vez sí y automáticamente los has asociado a mercado, productos,
compras en grupo, descuentos…
Salgamos de dudas. Es cierto, hay compra,
hay consumo de productos. Y sí, también se trata de grupos de personas…pero ¿qué
es lo que caracteriza este concepto?
QUÉ ES UN GRUPO DE CONSUMO
Así, a simple vista, un Grupo de Consumo
es un conjunto de personas, que normalmente viven o tienen su actividad en un
mismo barrio, que se reúnen periódicamente en un local para recibir una serie
de productos de primera necesidad (alimentos, productos de limpieza, higiene).
Pero no se trata únicamente de un
punto de compraventa, como podría ser una tienda.
Esta forma de consumo tiene su origen en Japón, en los años 60 del siglo pasado, como alternativa a la Revolución Verde,
creándose los llamados teikeis.
En España surgen en la década de los 90,
por varias causas, entre ellas y en un principio buscar una dieta sana. Pero en
la base está la búsqueda de un Consumo Responsable.
VALORES E IDEARIO
¿Qué tiene, pues, de peculiar un Grupo
de Consumo? Unos valores, un ideario, unas bases de funcionamiento.
Nadie va por libre: voy, compro y me marcho. Es un equipo, hay tareas y
horizontalidad. Hay un compromiso con la sociedad y con el planeta, una
aspiración de cambio en la economía, en las relaciones productoras/consumidoras.
Básicamente, si quieres unirte a uno de estos Grupos, es porque compartes un tipo de consumo que valora los siguientes criterios:


- Productos ecológicos, fundamentalmente
- Consumo de cercanía (el llamado kilómetro cero)
- Pequeñas productoras (proyectos familiares, cooperativos, artesanales)
- Trato directo con la productora (mínima intermediación)
- Consumo de productos de temporada
Y todo esto es lo que vas a encontrar en
estos Grupos: un tipo de alimentos o productos sin pesticidas ni abonos
sintéticos; se va a primar los que se produzcan más cerca; se va a apoyar a las
pequeñas producciones para que salgan adelante, con un compromiso de compra; se
evitarán intermediarias dentro de lo posible para mejorar los ingresos de las
familias productoras;
Un Grupo de Consumo es, pues, un espacio
colectivo y colaborativo en el que se busca una opción alternativa de consumo y
de relaciones productoras/consumidoras, favoreciendo la economía social y
solidaria y promoviendo el desarrollo local (productos artesanales, pequeñas
productoras, Cooperativas…ubicadas en el territorio).
¿QUÉ
PUEDES ENCONTRAR?
Pues dependerá del Grupo al que te
incorpores, pero lo que siempre tendrás son alimentos vegetales frescos: frutas
y verduras. A veces, habrá “canastas” fijas, en las que el agricultor pondrá un
poco de todo lo que tenga esa temporada. Otras veces, tendrás la opción de
pedir “al detalle”, lo que quieras y cuanto quieras.
Pero hay muchos más productos a los que
podrás acceder:
- Aceite
- Frutos secos y semillas
- Cereales
- Legumbres
- Pan
- Conservas vegetales
- Helados, yogures
- Tofu, seitán, tempeh
- Bebidas vegetales
- Patés vegetales
- Comidas vegetarianas y veganas
- Vino
- Miel
- Cosméticos y productos de higiene (cremas, gel, champú, detergente…)
- Papel higiénico y de cocina
§
§ También puedes entrar en un Grupo que tenga algún producto animal, como quesos, carne, huevos, pescado, pero siempre de granjas ecológicas y lo más cercanas posible.
¿CÓMO FUNCIONA?
Hasta aquí te he hablado del aspecto de
abastecimiento y productos.
Pero ¿cómo es la gestión interna?
Porque, como te he comentado antes, uno no va por libre en un Grupo de Consumo.
Hay tareas que realizar. Tareas que se reparten entre todas y que muchas van
rotando periódicamente. En resumen, es un grupo autogestionado. ¿Qué se
necesita para que el Grupo pueda funcionar bien?
§ Por ejemplo, una persona que gestione las entradas de saldo (ingresos de las integrantes) y las salidas
(pagos a proveedoras). Normalmente, cada persona aporta una cantidad fija o
variable a un “bote común” antes del siguiente pedido.
§ Hay que pagar a la
productora cuando trae los alimentos. Para ello otra persona se encarga de
acudir al local pronto (antes que las demás) el día del pedido para recibir el
producto y pagar a la productora del “bote común”. Esta tarea suele ser
rotativa.
§ También alguien tiene que encargarse de
las redes sociales y comunicaciones externas. Así,
una o varias personas pueden llevar Facebook, otras el correo electrónico, etc.
§ Importante es también tener a alguien
que lleve las altas y bajas del Grupo, en el caso de tener una
web propia de pedidos o una lista de correo para la comunicación entre las
integrantes.
§ Otra tarea a repartir periódicamente es
el contacto permanente con productoras, por dudas, posibles
cambios, ajuste de fechas, etc.
Y, como no podía ser de otra manera, para
todo esto, sobre todo en la puesta en marcha de un Grupo de Consumo, pero
también por asuntos del día a día o puntuales, se hacen Asambleas
o reuniones. Éstas pueden ser, al principio, cada vez que se realiza un
pedido (una vez por semana, cada 15 días, etc.), y cuando el Grupo está
asentado, son más esporádicas.
¿QUÉ BUSCAMOS AL PARTICIPAR EN UN GRUPO DE CONSUMO?
Seguro
que ya habrás llegado a la conclusión de que si te incorporas al Grupo de tu
barrio no sólo estarás surtiéndote de alimentos u otros productos imprescindibles.
¿A qué estarás contribuyendo?
1. En primer lugar,
a tu salud. Sí. Estarás dejando de lado los restos de pesticidas, abonos
químicos y demás fitosanitarios, que son carcinogénicos (nitratos) o pueden acumularse
(plaguicidas) y dar lugar a largo plazo a enfermedades como el Parkinson, diabetes
tipo II, cáncer, leucemia, enfermedades del sistema inmunitario (alergias,
asma), nervioso o reproductivo.
2. En segundo
lugar, a la salud y armonía del planeta, ya que se mantendrá el
equilibrio ecológico depredadores/presas (los plaguicidas lo alteran), la
biodiversidad (la agricultura convencional tiende a los monocultivos) y servicios
ecosistémicos tan importantes como la polinización (algunos insecticidas
afectan y matan a los polinizadores).
3. A reducir la contaminación atmosférica. Como tus productos van a ser de cercanía, evitarás la enorme contaminación por gases de efecto invernadero de los tubos de escape de los vehículos al cubrir largas distancias. Pero también evitarás su efecto negativo en la salud (por causar enfermedades respiratorias).
4. A preservar los lechos de agua (ríos, lagos, mares, acuíferos), pues los alimentos ecológicos no se tratan con pesticidas, fitoquímicos, fertilizantes nitrogenados y fosforados que puedan contaminar el agua del subsuelo y pasar al agua superficial. Así evitarás la mortandad animal, la pérdida del equilibrio de los ecosistemas y también la repercusión en nuestra salud.
5. A fortalecer el pequeño tejido productivo agrícola, permitiendo que reciban unos precios justos y dignos, con los que puedan evitar la presión por parte de las grandes cadenas distribuidoras y comerciales y su baja remuneración. Así ayudarás a que no tengan que dejar su entorno y desplazarse en busca de mejores ingresos en otras tareas.
6. A que los agricultores puedan plantar sus propias semillas, saliendo del bucle de las semillas patentadas de las trasnacionales, así apoyarás la Agroecología y la Soberanía alimentaria.
7. A mantener la productividad de la tierra, ya que vamos a consumir alimentos de temporada y, por lo tanto, se respetarán los ciclos de la Naturaleza, sin forzarla y así se asegurará nuestro abastecimiento y el de las futuras generaciones.
Formando parte de un Grupo de Consumo estarás contribuyendo, a fin de cuentas, a los ODS (Objetivos de de Desarrollo Sostenible) y muy especialmente al ODS 12 (Producción y Consumo Responsables).
Y ahora que ya tienes información
detallada…¿Buscas tú lo mismo? ¿Te apuntas a un Grupo de Consumo?