lunes, 11 de febrero de 2019

Un tesoro a tiro de piedra. La Naturaleza se desborda en El Saler (I)

La playa, las dunas, el pinar y  las malladas


A diez minutos de una gran ciudad, apenas se puede creer que otro mundo lleno de vida, de otra forma de vida, esté en constante ebullición. Se desborda la Naturaleza allá por donde la mires; árboles, arbustos, hierbas, lianas, juncos...arena, dunas, mar, bosque, lago...bandadas de aves, pequeños mamíferos, insectos...luz impresionante, horizonte limpio, reflejos cristalinos...


El Saler, en el Parque Natural de la Albufera, es un lugar donde la Naturaleza muestra su capacidad de diversificarse, donde se puede disfrutar en cada época del año de forma diferente, donde cada cual encuentra su aliciente. La conocida como Dehesa del Saler comprende las zonas dunares integradas en la llamada "restinga" o cordón dunar que separa el mar del lago de la Albufera. 


Naturaleza
Playa en invierno
Empezando por la playa, con su enorme extensión de arena, es lo que suele atraer de este lugar en épocas veraniegas. Aunque concurrida, no está excesivamente saturada. En primavera y verano el agua azul claro por los rayos solares, casi blanca en la orilla, y en los días de calma total y superficie casi inmóvil, incita al baño. En los días de viento, que son muchos, l@s amantes del kitesurf y del windsurf surcan las aguas. Pero también en otoño, invierno, entonces solitaria, tiene su encanto relajarse mirando las olas, el horizonte, pareciendo estar a miles de kilómetros, en una playa lejana.





Naturaleza vegetal y desarrollo humano
Pancratium maritimum
Para quien le guste observar el paisaje y disfrute de las formas y colores que nos brindan las plantas, este espacio natural es muy variado y curiosamente se puede ver cómo cambia la vegetación a medida que nos alejamos del mar.
Así, junto a la playa, surgen las dunas pioneras con su típica vegetación del lado del mar, que aguanta la brisa marina, como la algodonosa (Otanthus maritimus) o la correhuela marina (Calistegia soldanella);


Naturaleza vegetal y desarrollo humano
Lotus creticus

 otra vegetación, menos resistente, se resguarda tras la duna, como el  cuernecillo de mar (Lotus creticus), con sus característicos frutos oscuros y estilizados que le dan el nombre, el alhelí de mar (Malcomia littoraea), o las llamativas azucenas de mar (Pancratium maritimum) con sus blancas y enormes flores y sus sinuosas hojas.; Fundamental es el barrón (Ammophila arenaria) en este ecosistema dunar por su importancia en la fijación de las dunas, bien visible a lo alto de ellas.



Naturaleza vegetal y desarrollo humano
Alkanna  tinctoria
Vamos bajando y pasando a las dunas de transición  en cuyo recorrido surgen los punzantes cardos marinos (Eryngium maritimum), la pegajosa pegamoscas (Ononis natrix) formando agrupamientos de flores amarillo fuerte, la colorida palomilla de tintes (Alkanna tinctoria)




Naturaleza vegetal y desarrollo humano
Helichrysum stoechas
y la abundante siempreviva amarilla (Helichrysum stoechas), de flores como de papel, que tiñe de amarillo claro en primavera gran parte del paisaje y deja ese olor característico en toda la zona. No se concibe la playa del Saler sin las siemprevivas...







El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Bosque de lentisco
Más alejadas, las dunas fijas, que constituyen el pinar, nos muestran especies más rotundas, incluso arbóreas. Es la zona de múltiples senderos como laberintos, algunos sin salida, que abocan a una vegetación tupida, impenetrable debido a las lianas, sobre todo la zarzaparrilla (Smilax aspera) y la  madreselva (Lonicera implexa), que se enredan en los árboles y arbustos sin dejar huecos.


El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Smilax aspera




El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Lonicera  implexa




El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Pinus halepensis






En los serpenteantes caminos que invitan a descubrir predominan los pinos carrascos (Pinus halepensis), 


El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Rhamnus oleoides



el espino negro (Rhamnus oleoides) con sus ramas puntiagudas



El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Rhamnus alaternus


 y el aladierno (Rhamnus alaternus) con sus característicos frutos rojos que recuerdan los del acebo,





El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Phyllirea angustifolia
El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Halimium halimifolium
 el labiérnago (Phyllirea angustifolia) con su engañoso aspecto de olivo, vegetación con flores amarillas aparentes, como el jaguarzo (Halimium halimifolium) o la albaida (Anthyllis citysoides).





El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Pistacia lentiscus
Y dominando todo el espacio con su denso ramaje y su alto porte...el lentisco (Pistacia lentiscus), del que nos encontramos ejemplares masculinos con llamativos estambres rojos y ejemplares femeninos cuyos frutos rojos contrastan también con el verde de sus hojas.


Si andamos sigilosamente, podremos encontrarnos con un mirlo en un recodo del camino, que salta de inmediato a esconderse detrás de un lentisco. O podremos oír el sonido repentino de las palomas torcaces alzando el vuelo desde las ramas de los pinos sobre nuestras cabezas. O, si tenemos suerte, podremos ver frente a nosotr@s, aunque sea unos segundos, una abubilla que con su cresta levantada por nuestra amenaza huye volando en cuanto nos ve.


Entre esta abundancia de bosque se han marcado unos caminos o "rutas", señalizadas, para poder conocer "in situ" la riqueza y la historia de estos paisajes, que recorren todo el bosque paralelo al mar. Así, tenemos la "ruta botánica", la "ruta de los olores" o la "ruta histórica". Una buena actividad para pasar el día, en bicicleta o paseando. 


El Saler: biodiversidad vegetal y desarrollo
Pistacia lentiscus
El Saler y sus habitantes...
Paloma torcaz
Resultado de imagen de abubilla
Abubilla
       



El Saler: suelos salinos y vegetación
Sarcocornia/Arthrocnemum/Phragmites
Entre las dunas de transición y las fijas nos encontramos con unas depresiones del terreno muy peculiares, las malladas, que tienen suelos de limos, impermeables, por lo que en la época de lluvias quedan inundadas totalmente. Caminar sobre la mallada en invierno, por la pasarela de madera rodeada de agua a ambos lados, es una paseo totalmente diferente. En verano, el agua se va evaporando y queda el suelo seco, a la vista.

 Además de estos cambios hídricos, el terreno es salino. Estas condiciones extremas de salinidad y agua hacen que sólo especies muy adaptadas puedan sobrevivir., por lo que el paisaje es aquí totalmente diferente, más claro, sin árboles, dominado  en la zona de mayor contacto con el agua por carrizo (Phragmites australis), sosa alacranera (Sarcocornia fruticosa) y sosa jabonera (Arthrocnemum macrostachyum), ambas con tallos carnosos, articulados y algo rojizos. 



El Saler: suelos salinos y vegetación
Limonium sp.
El Saler: suelos salinos y vegetación
Plantago crassifolia
Alrededor y en la zona sin inundar el suelo queda tapizado por el llantén marino (Plantago crassifolia), de hojas crasas, y alguna especie de saladilla (Limonium sp.),  acompañadas por especies de la Fam. Juncáceas, como el junco (Juncus acutus) y de la Fam. Cyperáceas, como el junco churrero (Scirpus holoschoenus) y el junco negro (Schoenus nigricans). Hay que ir con cuidado al cruzar estos juncales, ya que todas ellas tienen tallos y hojas punzantes, sobre todo los juncos.

El Saler: suelos salinos y vegetación
Juncus acutus

El Saler: suelos salinos y vegetación
Schoenus nigricans

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