miércoles, 27 de diciembre de 2023

El imposible desarrollo de Palestina

 

Disminución de los territorios palestinos


PALESTINA

Me da un poco de vergüenza hablar en estos momentos de desarrollo humano del pueblo palestino. Justo ahora, que lo único que intenta es sobrevivir a un genocidio que estamos viendo en directo, casi como si de una película se tratase, viendo la impasibilidad y pasividad de nuestros gobiernos a nivel mundial.

Pero no, lo que quiero evidenciar, para que quede bien claro, es que los palestinos y palestinas han estado luchando por su desarrollo durante décadas, con un esfuerzo ahogado una y otra vez por el estado de Israel, imparable en la ocupación de su territorio en base a un supuesto derecho a él, por ser el pueblo “elegido” de su dios, y con un control de sus recursos agobiante.

¿Cómo políticos israelíes pueden decir que l@s palestin@s no se han desarrollado porque no han querido/sabido o por la presencia de Hamás, a diferencia del “eficiente” estado sionista, si han controlado y les han robado los recursos para ello desde mucho antes de que existiera Hamás?

¿Y qué clase de desarrollo se puede alcanzar si se niegan los derechos básicos? Pues ninguno.

Palestina, es un territorio cuya tierra era muy fértil y con un 55% de áreas arboladas, fundamentalmente de olivos, antes de la ocupación israelí de 1967. Con la presión constante de Israel durante décadas de ocupación, los Acuerdos de Oslo (1993) dividieron Cisjordania en tres zonas (A, B y C).


División de Cisjordania tras los Acuerdos de Oslo


La zona A, con control civil y militar de la Autoridad Nacional de Palestina (sólo en teoría) ocupa un 18%. La zona B, con control civil palestino, pero control militar israelí, constituye un 22%. En la zona C de Cisjordania, ocupada y bajo el control total de Israel y que constituye un 60% del territorio y el 63% de las tierras cultivables, sólo hay un 15% de cultivos palestinos.

En la franja de Gaza, también las acciones de Israel han hecho disminuir los cultivos y las posibilidades de pesca, influyendo en su alimentación y en el posible comercio de los excedentes, por numerosas vías:

o   Israel controla el agua, de forma que los palestinos cada vez tienen menos acceso a ella para sus cultivos y demás usos. Esto se constata en que a Gaza sólo se le deja un acuífero costero, que se está agotando y salinizando, y, en general, la población autóctona de Cisjordania gasta de 20 l. a 73 l. de agua por persona al día, mientras que los colonos israelíes unos 300 l. por persona al día para uso doméstico, industrial y agrícola. Israel extrae más agua de los acuíferos que lo acordado en Oslo.

Desde 1967 Palestina necesita permiso de Israel para construir instalaciones para abastecimiento de agua (pozos, bombas…). Israel también controla la acumulación de agua de lluvia en casi toda Cisjordania. No se permite el traslado de agua de Cisjordania a Gaza.

Con estas dificultades algunos agricultores construyen cisternas clandestinas, con la posterior destrucción por parte del ejército israelí. Otros pasan de cultivar cítricos a especies con menor requerimiento de agua, como la calabaza o el pepino, pero que son menos rentables. Y los hay que definitivamente abandonan la tierra. En el uso doméstico, muchas poblaciones no pueden tener agua corriente, con lo que tienen que comprar el agua de cisternas a la empresa estatal israelí Mekorot, pero el volumen lo decide Israel y el precio es mayor que el de la red de abastecimiento.

Sin embargo, hay una buena red de distribución de agua para los colonos israelíes, que pueden tener grandes extensiones de cultivo y exportar los productos, sobre todo dátiles y uva. Además, tienen agua para sus usos particulares, incluidas piscinas, jardines y césped en algunos grandes asentamientos.

o   Ha colonizado tierras de cultivo: los olivos constituían un cultivo muy abundante e importante para los palestinos, por la obtención de aceite para alimentación, exportación y otros usos. Desde los años 60 el gobierno de Israel y los colonos han realizado talas y quemas en los olivares palestinos, bien para construir asentamientos, carreteras, y más recientemente para levantar el muro de Cisjordania. En total, unos 800.000 olivos destruidos. Si tenemos en cuenta que en la ley israelí si un territorio se abandona durante 3 años, puede ser expropiado por el gobierno, la eliminación de los olivos puede llevar a la apropiación de las tierras por parte de Israel.

o   Ha inutilizado cultivos: para aclarar el territorio, por motivos de defensa, de seguridad, el estado sionista ha fumigado e inundado tierras cultivadas en Gaza por estar cerca de la frontera.

o   Israel controla y limita el comercio de insecticidas y fertilizantes: así, en gran parte de las tierras palestinas, que no son tan fértiles, los agricultores no pueden conseguir las condiciones necesarias para unos cultivos productivos.

o   Ha establecido numerosos puntos de control: esos puntos retrasan el paso de las pocas mercancías palestinas para exportar, con lo que muchas veces los productos se deterioran y no pueden venderse.

Y, a pesar de todo este bloqueo de la posibilidad de seguir una vida normal, la población palestina ha continuado ahí, resistiendo, adaptándose. Y esta capacidad de recuperación la ha simbolizado en el olivo, árbol nacional de Palestina.

 

EL OLIVO

El olivo (Olea europea) representa las raíces del pueblo palestino, la conexión con la tierra, el arraigo a su patria, la capacidad de recuperación de sus gentes.

El continuo ataque a los olivares por parte de los colonos y el ejército profundiza en la protección del olivo como forma de vida, sustento económico, altavoz político, y, por lo tanto, como símbolo de la identidad palestina.

En Palestina habitan olivos de ¡más de 4000 años! De los más viejos del mundo. Como el que se encuentra en Al-Walaja, en el distrito de Belén (Cisjordania), que hasta no hace mucho atraía las visitas de turistas.


Olivos en Palestina

El pueblo palestino ha tenido en el olivo una de las bases de su economía, con la producción y exportación de aceite y aceitunas; También han usado el aceite como combustible y para la elaboración de jabones y champús; las semillas, para fabricar rosarios y la madera, para elaborar artesanías.

Asimismo, hay aplicaciones medicinales, como la decocción de hojas para úlceras de la boca y dermatitis; los masajes con aceite para dolores musculares; el extracto acuoso de hojas y frutos para el tratamiento de la caries dental.

En el terreno simbólico, cada 30 de marzo, para recordar una huelga contra la ocupación israelí que terminó con la matanza de 7 jóvenes palestinos en 1976, se planta un olivo como reivindicación de los derechos del pueblo palestino a su territorio.

Y en la creencia popular, se dice que recolectando siete hojas se evita la envidia ajena.


EL ZA´ATAR

Desayuno de pan con aceite y za´atar


Este popular condimento está hecho de la planta za´atar mezclada con zumaque, sal y semillas de sésamo. Pero a veces se acompaña de otras hierbas aromáticas, como mejorana, hinojo, etc. La planta que le da el nombre es una especie silvestre, aunque también se cultiva, que a veces se reconoce como Origanum syriacum (orégano libanés) y otras como Thymus vulgaris (tomillo). El zumaque es un polvillo de sabor agridulce e intenso que se obtiene de los frutos maduros y dejados secar de la especie Rhus coriaria (zumaque o sumac).

Se utiliza para acompañar los platos de pasta, carne o pescado, en ensalada o simplemente para añadir a rebanadas de pan con aceite en el desayuno tradicional.

Actualmente, Israel ha prohibido la recolección de za´atar silvestre y de akkoub (Gundelia tournefortii), un tipo de cardo autóctono utilizado para ensaladas. Israel lo cultiva, pero no lo consume, de tal manera que lo vende a Palestina. Esto ha alterado la alimentación (consumo propio) y la economía (venta de pequeñas cantidades) de familias palestinas y ha llevado a la recolección clandestina de estas especies, como lo muestra la artista palestina Jumana Manna en su reciente película “Foragers” (Recolectores, 2022).

La planta de za´atar es también un símbolo, sobre todo para las familias palestinas que fueron expulsadas durante la Nakba en 1948, durante la creación del estado de Israel. Condenadas a vivir durante décadas, toda su vida, en campos de refugiados de Cisjordania, Líbano, Jordania y Siria, han intentado conservar parte de su identidad plantando y consumiendo los vegetales usados en su tierra perdida. El za´atar, junto con el olivo, han sido los más estimados, los más representativos símbolos de la resistencia pacífica.

La catástrofe palestina ha sido plasmada en obras de muchos autores y autoras palestin@s a lo largo de sus más de 75 años de ocupación. En los años 50, el pintor Ismail Shammout realizó obras muy significativas, como “A dónde” (1953).


"A dónde", Ismael Shammout, 1953


 En la actualidad, artistas como Reham Amawi, con obras como “Nacimiento del pueblo”, siguen denunciando visualmente la permanencia de la injusticia sobre el pueblo palestino y la resistencia de éste.


"Nacimiento del pueblo", Reham Amawi


¿Qué ha podido hacer Palestina? ¿Qué es lo único que ha podido conservar? La defensa indestructible de su identidad como pueblo.

En nuestra sociedad cercana tenemos derechos en la Constitución, en la Carta Europea de Derechos, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Convención de los Derechos del Niño, de la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, etc.

 Es cierto que algunos no se cumplen, pero al menos podemos reclamarlos y transformarlos en capacidades, cumplimientos reales de esos derechos, y vivir una vida digna. Pero en Palestina es imposible hace décadas un desarrollo humano mínimo de su gente porque ni siquiera puede reclamar derechos ante un estado ocupante que se los arrebata.

Ahora mismo Palestina ha perdido todos sus derechos; no ya el derecho al agua, al control de sus recursos eléctricos, a la libre circulación, que no tenían desde hace años. Ahora ya no tiene el derecho a la alimentación, a la salud, ni ya a la propia vida. ¿Vamos a dejar pasar ante nuestros ojos el drama de su genocidio?

 

 

 BIBLIOGRAFÍA:

https://soberaniaalimentaria.info/numeros-publicados/55-numero-24/340-la-agricultura-como-arma-de-guerra-y-ocupacion

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/la-ocupacion-del-agua-por-parte-de-israel/

https://vocesdelmundoes.com/2022/09/18/olivo-zaatar-cactus-las-plantas-simbolicas-de-palestina-y-sus-significados/

https://revistapaginas.unr.edu.ar/index.php/RevPaginas/article/view/470/588

https://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=49498

 

 


 

 


 

 

 

 

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