lunes, 26 de agosto de 2019

Fitoconsciencia: del pensamiento a la acción



Conocer, valorar, querer y cuidar…


La Naturaleza me rodea y el pensamiento me conduce a cómo las plantas nos proporcionan bienestar y eso afecta a nuestra disponibilidad de ampliar expectativas, de llevar a cabo proyectos, nos da fuerza, empuje.

Miro un pino, un lentisco, un labiérnago, mis ojos se mueven escudriñando todo cuanto me rodea y pienso que soy una privilegiada por tener al alcance estos momentos de conexión con el paisaje.

¿Cómo puedo vivir inmersa en él y no dar un paso adelante? Me está llamando. Está invitándome a que lo muestre al exterior, a que difunda su belleza que nos tranquiliza, sus funciones que permiten que este planeta exista, sus propiedades que nos benefician, su materia que nos facilita la vida. Como no podría ser de otra manera, sucumbo ante este ofrecimiento y empiezo la aventura…

Este puede haber sido el punto de partida de muchas iniciativas que buscan acercar el mundo de las plantas a una sociedad que hemos conformado en el olvido de que dependemos de ellas…totalmente. Una forma de llevarlas a la consciencia y ponerlas en el lugar que les corresponde. Conocerlas, valorarlas, quererlas y cuidarlas. Al final, también para cuidarnos nosotr@s, individualmente, como sociedad y como especie.

Y como componente imprescindible de esta tétrada, valorarlas implica reconocer cada una de sus “utilidades”, viendo cómo afectan a nuestra salud, cómo forman parte de nuestra alimentación, cultura, ocio, economía, cómo nos aportan bienestar. En resumen, cómo son motores de nuestro desarrollo.

Pero el “desarrollo” no es un lugar común, que homogeneiza a toda la humanidad. El desarrollo es diferente, específico de cada sociedad, cada época, cada comunidad, grupo y persona. Por ello las plantas ocupan un espacio particular y tienen un papel diferente en cada espacio o tiempo.


Entre la supervivencia y el progreso


Sus primeros usos estuvieron exclusivamente ligados a la supervivencia, como alimentos que permitían que el cuerpo cumpliera todas sus funciones vitales y la especie humana pudiera reproducirse y perdurar.

 En distintas épocas posteriores (también actualmente) ha habido hambrunas debidas a plagas, sequías o guerras y las plantas han cumplido ese papel básico de supervivencia. Pero también en esos siglos de penurias fueron medios de conseguir una salud mejor en base a una alimentación más completa, eso sí, para las clases sociales mejor posicionadas.

 Más recientemente, los vegetales han pasado a ser protagonistas de la creatividad humana en el aspecto culinario, hablo de la nueva cocina, en la que el colorido de los distintos vegetales juega un papel fundamental a la hora de invitar al consumo. La comida entra por los ojos, nunca mejor dicho.
Raíces De Árbol, Raíz De Árbol, Madera, Corteza, ÁrbolTampoco hay que olvidar que igualmente es básico para nuestra especie y la del resto de animales, la función estructural y de regulación de las plantas. Ellas conforman el suelo con sus raíces, purifican el aire y las aguas.

 Son el eslabón inicial de la cadena de la vida, el pilar en la que ésta se sustenta. Sin este papel básico no tenemos ningún tipo de desarrollo.


Más diversidad, más tiempo, más opciones de desarrollo


Si pensamos en las plantas como remedios para nuestra salud, los primeros humanos las usaron directamente para curar heridas que sin tratar conducirían a una muerte segura. Un abismo entre esto y la actual industria farmacéutica que sigue basándose, en parte, en las plantas para sus preparados y a la que acompaña una cada vez mayor demanda de medicinas naturales. Buena muestra de ello es la extensión de herboristerías en las que tanto se venden hierbas medicinales como preparados de fitoterapia.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Insam_(ginseng).jpg
"Insam (ginseng)",
 por National Institute of Korean Language,
2016, bajo licencia CC BY SA
La fitoterapia y el uso de las plantas, en general, es universal, aunque no en todas partes se usan las mismas plantas ni desde el mismo punto de vista de desarrollo. Si en India la medicina tradicional, el Ayurveda, considera la moringa (Moringa sp.) como “hierba mágica” o “árbol  milagroso” y se le atribuyen propiedades antitumorales, antiinflamatorias, antibacterianas, antiácidas, relajantes antifúngicas, hipocolesterolemiantes, etc. , en China es el ginseng (Panax sp.) la planta milagrosa que sirve para la diabetes, la tos, la disnea, los trastornos digestivos o la anemia, entre muchas otras patologías.

Sin embargo, a pesar de los avances de la tecnología farmacéutica y el consiguiente uso de la fitoterapia en forma de fármacos en los países industrializados, en los países en desarrollo el 80% de la población depende de la medicina tradicional.

  En estas sociedades alejadas de los modos de vida occidentales, ligadas al territorio, se usan las plantas medicinales sin estos procesos industriales y se contemplan desde un punto de vista diferente, más holístico, más integrado con sus vidas.

 Así, actualmente, hay muchas comunidades indígenas de América Latina y poblaciones rurales de India que tienen en las plantas de su entorno la fuente de su salud física y espiritual (también de su economía y bienestar), ya que usan las plantas como alimentos, en su medicina tradicional, para rituales religiosos (y para obtener ingresos). Su desarrollo va ligado indefectiblemente al reino vegetal.

En cualquier caso, este progreso en el cuidado de la salud ha conducido a un aumento de la esperanza de vida, lo que en sí mismo constituye una ampliación de las posibilidades de desarrollo humano: a mayor tiempo de vida, más posibilidades de desarrollarnos como personas. Plantas que nos permiten tener más oportunidades de funcionamientos…


Compartiendo intereses y objetivos...


Las plantas. Lugar común de gentes diferentes, de distintos lugares, edades, profesiones. Pero con un interés común: ellas.

 Interés común y objetivos diversos, hasta dispares. Bien sea para difundirlas, para observarlas, para estudiarlas, para reclamar sus “derechos”, para fotografiarlas, para curar con ellas, para cultivarlas, para degustarlas…o para cualquier otra finalidad, las plantas promueven sin saberlo la creación de espacios de socialización. Presenciales o virtuales. Lucrativos o filantrópicos (la mayoría). Formales e informales.

Asociaciones botánicas, excursionistas, ecologistas, de fotografía, de fitoterapia, de jardinería, gastronómicas, vegetarianas, foros botánicos en la red… constituyen medios que aumentan nuestra capacidad de participación social, aparte de nuestra formación, economía y bienestar.

Además del tema al que cada asociación se dedica y que es el eje de su actividad, brindan oportunidades de relación interpersonal, intergeneracional, fundamentalmente los espacios físicos, enriqueciendo a las personas que participan en ellos y promoviendo las relaciones humanas.


Las “plantas del dinero”


Hay una planta originaria de África, la “planta del dinero” que se llama así porque se dice que quien la tiene atrae dinero a su casa. Sea mito o realidad, lo que sí es cierto es que hay muchas plantas cuyo cultivo constituye un sector económico muy importante, verdaderas plantas del dinero.

 Las plantas, con el nacimiento de la agricultura en el Neolítico, pasando por el esclavismo y el feudalismo y llegando al liberalismo y la propiedad privada industrial y familiar, así como integrando el cooperativismo, han sido fuente de ingresos de las sociedades rurales.

Estas ganancias han permitido, en mayor o menor medida, el desarrollo en todos los aspectos de la vida, ya sea en el plano personal, individual, como de las comunidades, tal es el caso de las cooperativas, en las que el enfoque y el objetivo colectivos conllevan un desarrollo comunitario, global, equitativo.
naturaleza planta campo pradera joven comida Produce cultivo crecer maíz suelo agricultura cereal cultivo maizal Cultivos plantación Frisch cultivable campo de arroz Maíz forrajero economía agrícola Planta de maíz Plantas jóvenes Familia de la hierba
 Bien sea en el sector maderero, la industria del mueble, la industria papelera, de la alimentación, de las plantas medicinales, de jardinería, o bien de sus correspondientes y numerosos tipos de comercios y distribuidores, la cantidad de personas cuyos ingresos derivan directamente de las plantas es enorme. Por no hablar de la economía indirecta a través de la formación o el turismo rural. Está claro que las plantas del dinero no son un mito…


El Arte…


Archivo:Botticelli, nastagio degli onesti 01.jpg
"La historia de Nastagio degli Onesti, primer episodio", Boticelli
Las plantas también han sido inspiración para el desarrollo de la creatividad humana en la pintura, escultura, música, etc. Es imposible olvidar las imágenes de los paisajes impresionistas de Renoir y, sobre todo, de Monet. Con sus pinceladas marcadas y reflejando todo el colorido de las plantas. O la sobriedad y lírica renacentista de las pinturas mitológicas y religiosas de Boticelli, llenas de árboles, flores y frutos. O el expresionismo de Matisse, con la recurrente presencia en sus pinturas de jarrones de flores y frutas.

El arte urbano, bien representado por el graffiti, también ha asumido el mundo vegetal como parte de su expresión. Podemos encontrar innumerables obras al respecto, como las realizadas por Ouizi, que se ha especializado en esta temática. Una opción innovadora es el Moss Art, graffiti ecológico o graffiti verde, en el que en lugar de pinturas se usa musgo vivo.

Más creativo aún es el bodypainting, un arte que utiliza el cuerpo como lienzo para cubrirlo de toda una serie de trazos y formas multicolores, entre ellas motivos vegetales. Muy cerca tenemos una representación de este nuevo arte, Helena Estela Baeza.

También en la arquitectura, especialmente en columnas, se muestran especies vegetales, como flores de loto o palmeras en el antiguo Egipto, pasando por el acanto en los capiteles corintios de la Grecia clásica, hasta las cubiertas vegetales de la nueva arquitectura sostenible.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Collapsed_Rikuzentakata_Youth_Hostel_and_a_Pine_Tree_of_Hope.jpg
"Pino milagroso", por Jacob Ehnmark, 2011, Creative Commons
bajo licencia CC BY 2.0
Igualmente, la escultura ha reflejado en innumerables ocasiones el mundo vegetal como acompañante de estatuas humanas y recipientes y vasijas. Recientemente, en 2013, se realizó una obra muy especial que impacta por su tamaño y, sobre todo, por lo que representa. Es un homenaje al único árbol entre 70.000 que quedó en pie tras el tsunami de 2011, cuando ocurrió el accidente nuclear de Fukushima, y que terminó muriendo también.  Una escultura réplica del original de unos 25 metros de altura recuerda ahora al“pino milagroso”…

La música…el Vals de las Flores, de la obra “El Cascanueces”, de Tchaikovsky. Sin olvidar las obras modernas dedicadas al mundo de las plantas (“la vida secreta de las plantas”) y canciones que nombran flores (gardenias, rosas, violetas, claveles, orquídeas…).

 No se queda atrás el cine, como en el “El olivo” (Bollaín), basada en la estrecha relación entre un hombre y un olivo milenario, o “Avatar” (Cameron), donde las plantas, inventadas, eso sí, desfilan por toda la película y donde un gran árbol y el pueblo forman un solo cuerpo espiritual.

  La literatura, muchas veces unida al cine (“La invasión de los ultracuerpos”, Finney / Kaufman), incorpora el mundo vegetal con naturalidad, como en la vida misma. Un ejemplo entre muchos es el caso de Cervantes, de cuya obra se hizo en 2016 una recopilación de las referencias a plantas y productos vegetales (“El mundo vegetal en la obra de Cervantes”, Ramón Morales Valverde). Pero es la literatura infantil la que mayor cantidad tiene de cuentos con las plantas como protagonistas absolutas (“Jack y las habichuelas mágicas”, anónimo), además de que el paisaje vegetal casi siempre forma parte de ellos.

Toda esta vasta y diversa colección de arte inspirado en el mundo vegetal nos da la oportunidad de cultivarnos, de conocer, de experimentar sensaciones, recuerdos, de abrir la mente, ampliar nuestra perspectiva y nuestro desarrollo y lograr bienestar.


…y la Cultura


Ya en el Neolítico las plantas jugaban un papel importante como objetos de uso cotidiano de las personas. Una muestra es el "ajuar de esparto" de la Cueva de los Murciélagos (Córdoba), conjunto de objetos de esparto, fundamentalmente cestos y sandalias, hallados junto a un grupo de más de 60 humanos momificados, algunos de los cuales vestían túnicas y gorros también de esparto. Igualmente se encontraron semillas de adormidera, de colleja y grano de un cereal sin determinar.

 También en la actualidad hay pueblos cuya forma de vida se construye alrededor de una planta, como es el caso de los Uros, en el lago Titicaca (Perú, Bolivia).  Este pueblo utiliza la totora para hacer la superficie de las islas flotantes en las que viven, construir sus barcos, sus casas y hasta como alimento.

Si pensamos en la diversidad y cantidad de fiestas, muchas de ellas religiosas con sus respectivos ritos, que tienen lugar a lo largo del planeta, nos daremos perfecta cuenta de la implicación de las plantas en la conservación de la cultura, de las costumbres. Y esto es así porque rara es la celebración en la que no se usen las plantas de una forma u otra, de manera simbólica muchas veces.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Domingo_de_Ramos,_Cofrad%C3%ADa_de_la_Entrada_(Zaragoza).jpg
"Domingo de Ramos, Cofradía de la Entrada", por fernand0,
2007, Creative Commons bajo licencia CC BY SA 2.0
Bien porque son instrumentos directos de un rito (las palmas de Semana Santa en la religión cristiana), bien por la construcción cultural que se hace del paisaje vegetal, las plantas (o el uso contemplativo o activo que se hace de ellas), forman parte de la identidad de los pueblos y su conservación permite la capacidad de practicar y preservar la cultura. Igualmente ocurre con las tradiciones gastronómicas ligadas a la producción local y que se van transmitiendo de generación en generación. La rueda del desarrollo se va ampliando...


Distintas visiones, distintos ritmos


Como decía al principio, la búsqueda del desarrollo es diferente para los distintos pueblos, lleva distintos ritmos y se enfoca desde distintos puntos de vista. Con ello, la influencia de las plantas en las capacidades humanas se da de forma diferente.

 Por ejemplo, en China la relación con las plantas para conservar la salud se basa en la búsqueda del equilibrio interno de los opuestos, el ying y el yang. En India, las plantas medicinales se usan para llegar a un equilibrio entre la persona y las influencias externas, de forma que le devuelvan la armonía con dios. El hinduismo impregna toda la vida y con su sistema de castas inamovibles las opciones de desarrollo se ven muy limitadas.

En la cosmovisión de las comunidades indígenas, el desarrollo ocurre en el marco de una relación de comunión, identificación y respeto con el territorio, donde las plantas se usan de forma sostenible para no alterar el equilibrio.

Mientras que la cosmovisión occidental separa lo espiritual de lo material, la Naturaleza de la persona, focalizándose hasta ahora en el desarrollo económico, un desarrollo material, ligado a los estándares de bienestar y consumo de la sociedad capitalista, y contempla el desarrollo en compartimentos estancos, sin tener en cuenta las interacciones entre las distintas capacidades humanas.  Así, utiliza los recursos vegetales de forma antropocéntrica para su desarrollo económico, obviando los posibles perjuicios que ocasiona en los ecosistemas, incluidas las consecuencias para la salud debido a las acciones contaminantes de sus intervenciones.


¿Y los gobiernos?


No es posible aislar el uso de las plantas y sus correspondientes efectos en nuestro desarrollo de las acciones políticas de los gobiernos. Éstos deben tomar parte y crear las condiciones necesarias y óptimas para que tenga lugar este proceso. 

Quiero decir, deben facilitar y promover la accesibilidad a las plantas como alimento y como medicamento, con equidad, es decir, para todas las personas independientemente de sus posibilidades económicas, su sexo, su edad, su condición o su origen. 

Deben promover políticas agrarias que dinamicen económicamente el territorio y que al mismo tiempo mantengan un uso sostenible de los recursos vegetales y unos ingresos justos a las personas productoras. 

Deben potenciar la difusión de la cultura, tradiciones locales y turismo rural. Y todas aquellas acciones que faciliten el desarrollo humano en todas sus facetas.

Por ello, son muy importantes iniciativas como el proyecto conjunto del PNUD y el gobierno de India (2008) para documentar las plantas medicinales, su recolección, conservación y uso. Esto ha favorecido el conocimiento y consiguiente beneficio sobre la salud, así como los ingresos de quienes se dedican a su cultivo como medio de subsistencia.

Otro ejemplo, este muy cercano, es la creación del Consell Alimentari Municipal de la ciudad de Valencia (CALM) (2018), espacio en el que la sociedad civil, consumidor@s y productor@s tienen voz, y la posterior Estrategia Alimentaria, que plasma futuras acciones en política alimentaria.

 Esta iniciativa es indispensable para que, con el telón de fondo de la huerta que nos rodea, podamos aprovechar las plantas en nuestro desarrollo a nivel de salud, economía y sociedad, desde una perspectiva de Soberanía Alimentaria.

Una última cuestión a tener en cuenta: el desarrollo, si bien tiene un resultado personal (o grupal), no es sólo un proceso individual, sino que es el producto de toda una serie de acciones y circunstancias: esfuerzo y decisiones personales, estado físico y anímico, apoyo del entorno cercano, sinergias con otras personas, accesibilidad a los medios de desarrollo, políticas públicas adecuadas, información, difusión y comunicación, empoderamiento.

 Las plantas como medios de desarrollo en los distintos ámbitos de la vida y la combinación de todos estos factores de conversión nos llevarán a alcanzar  con mayor o menor amplitud nuestros objetivos de vida.






Inicio

El imposible desarrollo de Palestina

  Disminución de los territorios palestinos PALESTINA Me da un poco de vergüenza hablar en estos momentos de desarrollo humano del pueblo ...